Thursday, December 01, 2005

De Bernard de Clairvaux a Joseph Ratzinger- El Nuevo Papa y la Guerra Santa

El Fundamentalismo Gay, el Fundamentalismo Lesbiano, el Fundamentalismo Abortista, el Fundamentalismo Protestante, el Fundamentalismo Islámico, el Fundamentalismo Judío, el Fundamentalismo Ateo, el Fundamentalismo "progre", el Fundamentalismo Laico y otros Fundamentalismos menores, que aún no merecen un nombre, han celebrado la muerte de Juan Pablo II con un amasijo de opiniones sobre el pontificado inolvidable del primer Papa polaco.
Todos coinciden - por su ferviente e indisimulado anticatolicismo - en que la mayor virtud del Gran Pastor ha sido la de viajar de un lado al otro, comosi el oficio del Santo Padre fuera similar al de un piloto de cualquier aerolínea internacional.
Con un sarcasmo inadmisible pretenden separar esa magistral actitud de predicación - ir allí donde la paz debía ser preservada o restaurada para que la palabra del Señor obrara sobre la Maldad que separa lo que debería estar Unido - de una ortodoxia no conveniente para esa pluralidad de "ismos" cuya única finalidad - me temo - es la destrucción de la Santa Sede, mediante la pérdida de su identidad.
Alegremente, opinan sobre el perfil del nuevo pontífice, como si se tratara del nuevo director técnico de la selección de fútbol de la Antártida.
¿Qué pasaría si los católicos hiciéramos lo mismo cuando cualquiera de estos sectores iniciaran el debate para ungir a su nueva máxima autoridad?¿Habría nuevos desgarramientos de vestiduras?¿Padeceríamos crucifixiones masivas?¿Sufriríamos marchas, escraches, aviones estrellándose contra nuestra humanidad?¿O volveríamos a padecer esas insoportables mesas de opinantes televisivos que denostaron a Mel Gibson por su inolvidable Pasión y ponderaron hasta el hartazgo a la previsible trama del Código Da Vinci?
Indudablemente, ser Católico Apostólico Romano en estos días, no es "políticamente correcto". Aún así, debemos alzar nuestra cruz y expresar con alegría nuestra Fé: Si yo tuviera que votar por el Nuevo Papa no tendría ninguna duda, Joseph Ratzinger debería verse embarcado en la difícil primer tarea de elegir un nombre para gobernar la Iglesia.
Y - si por acaso me consultara - le propondría el de Bernardo, por el extraordinario Bernard de Clairvaux, el Santo que predicó la Segunda Cruzada y fue mentor de los Templarios, los Guerreros de la Fé.
Los lectores interesados en conocer la vida y la obra de este ejemplo para los católicos pueden consultar en http://www.newadvent.org/cathen/02498d.htmm , en http://www.templiers.net/bernard/ , enhttp://www.callisto.si.usherb.ca/-croisade/Crois_1.htmy en http://abbaye-clairvaux.barsuraube.net/ .
Para conocer el pensamiento del futuro Papa Bernardo -si mi gracia es concedida - cito a continuaciónalgunas frases del Cardenal Ratzinger:"El laicismo está poniendo en peligro la libertadreligiosa. Existe una agresividad ideológica secular,que puede ser preocupante. El laicismo ya no es aquelelemento de neutralidad que abre espacios de libertada todos. Comienza a transformarse en una ideología quese impone a través de la política y no concede espaciopúblico a la visión católica y cristiana, que corre elriesgo de convertirse en algo puramente privado y, enel fondo, mutilado".
"En este sentido, existe una lucha y debemos defenderla libertad religiosa contra la imposición de unaideología que se presenta como si fuese la única vozde la racionalidad, cuando sólo es expresión de un'cierto' racionalismo".
"(Dios) Está muy marginado. En la vida política parececasi indecente hablar de Dios, como si fuese un ataquea la libertad de quien no cree. El mundo políticosigue sus normas y sus caminos, excluyendo a Dios comoalgo que no pertenece a esta tierra. Lo mismo sucedeen el mundo del comercio, de la economía y de la vidaprivada. Dios queda a un margen.Una sociedad en la queDios es absolutamente ausente se autodestruye. Lohemos visto en los grandes regímenes totalitarios delsiglo pasado".
"En nuestra sociedad actual, gracias a Dios, se multa a quien deshonra la fe de Israel, su imagen de Dios, sus grandes figuras. Se multa a quien ofende al Corán y las convicciones fundamentales del Islam.(pero)cuando se trata de Cristo y de lo que es sagrado para los cristianos, entonces la libertad de opinión se presenta como el bien supremo, y si se limita sería como amenazar o incluso destruir la tolerancia y lalibertad en general".
"Pero la libertad de opinión no puede destruir el honor y la dignidad del otro; no significa libertad para mentir o para destruir los derechos humanos".
Como vemos, el Cardenal Ratzinger sabe que el futuro Papa deberá enfrentar una Guerra Santa contra distintos tipos de violencia que amenazan nuestra Fé y nuestra existencia, ya sea en la forma del terrorismo a secas como las más sutiles y embozadas de susmanifestaciones.
Los interesados en conocer más sobre Joseph Ratzingerpueden consultar los sitios
http://www.ratzingerfanclub.com/ , en http://vatican.va/en.html o buscar datos de su nuevo libro "Verdad y Tolerancia: La Fé Cristiana y las Religiones del Mundo" en http://www.amazon.com
La única alegría en los días tristes del sepelio de Juan Pablo II fue conocer a través de los comentarios periodísticos que Mel Gibson estaría interesado en filmar su vida.
Así, los católicos tendríamos la posibilidad de acceder a una cinta objetiva sobre esa existencia extraordinaria y podríamos eludir las trampasanticatólicas que por distintas cadenas internacionales de noticias y sus clones locales nativos a lo largo del mundo se empeñaron en mostrarque el catolicismo es sólo mucha gente haciendo cola con velas encendidas o comprando estampitas.
Para conocer las críticas objetivas de La Pasión pueden visitar el sitiohttp://www.thepassionofthecrhrist.com/splash.htm
Allí sabremos como se estaría tratando la gesta de Juan Pablo II, quien no fue - como quieren hacernos creer - una versión polaca - en sotanas - de un turista japonés.

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