Sunday, December 04, 2005

Benjamin Franklin, Sir John Fielding y el Capitán Cook: El Imperio Borracho (The Drunk Empire)

Siempre he dicho que un lector que no es un Indexnauta, no es un lector en serio.
El Viajero del Index es quien se anima a entrar al libro secreto que se oculta dentro del libro visible, el libro normal y corriente que las editoriales nos ofrecen en las librerías y en los distintos puntos de venta.
http://www.launion.com.ar/columnas/comte/index.htm
http://www.launion.com.ar/230514/230514gui00.htm

El Index , su extensión y su calidad, son la mejor carta de presentación de un libro.
En este caso, el Index de este hermoso libro que tengo entre manos es un magnífico ejemplo de una obra imperdible: Se extiende desde la página 443 hasta la 447 (todo el volumen tiene 457 páginas) y en él podemos encontrar temas como el siguiente:
“Franklin, B., and the drinking customs of printers, 282”.
Explorando el contenido de esa página comprobaremos la vida del Imperio Británico en su centro neurálgigo, Londres – la nueva Roma - durante el llamado “largo siglo dieciocho” sobre el que tanto se ha escrito y el que fue testigo del tránsito del Primer Imperio Británico al Segundo Imperio Británico, el período en el cual se consolidó la “Identidad Británica” que nació del la verdadera ingeniería genética que concibieron Isabel I y su sucesor James VI de Escocia (el James I de Inglaterra).
http://www.luminarium.org/renlit/eliza.htm
http://www.elizabethi.org/
http://www.britannia.com/history/monarchs/mon46.html
http://www.jesus-is-lord.com/kinginde.htm
El libro London Life in the Eighteenth Century de M. Dorothy George, ISBN 0-89733-147-8, (Academy Chicago Publishers, 2000), es una referencia indispensable para quienes estamos preocupados por conocer la vida íntima del Imperio que tuvo tanta importancia en estos países nuestros de la América del Sur.
http://www.academychicago.com/

Debería ser obligatorio en todos los profesorados de historia – universitarios y terciarios no universitarios - de La Argentina.
En 1776, el año en el cual las colonias americanas comenzaban su lucha por la independencia, nos encontramos con las dos caras del Imperio Británico. Por un lado, el Capitán James Cook comenzaba su tercer viaje alrededor del mundo en busca del famoso pasaje del Noroeste (ver el excelente libro Captain Cook. Voyages of Discovery, comp. John Barrow, Academy Chicago Publishers, 1993) y al mismo tiempo, en A Brief Description …of London – p. xxiii -, Sir John Fielding pensaba
‘la canalla…muchos mendigos…
en los últimos cincuenta años…
aún muy insolentes y abusivos...
a veces...sin una causa aparente’
y escribía (después de que se habían verificado los peores horrores del tráfico de bebidas alcoholicas) de los vendedores minoristas de bebidas alcohólicas
“Quién permite vender en cualquier parte
de este reino este fuego líquido por el cual
los hombres beben el infierno antes de tiempo.
Estos tenderos son los principales oficiales
del rey de los terrores y han conducido más
a las regiones de la muerte que la espada o la plaga”.
Estas palabras aparecen en las paginas de un libro-guía no controversial y que reflejan las experiencias de un magistrado londinense que no tenía prejuicios contra las bebidas intoxicantes en general (páginas 17 y 50 del libro London Life in the Eighteenth Century).
Benjamín Franklin trabajó en 1725 en una imprenta londinense en la cual también trabajaban cincuenta empleados, una cifra bastante grande y por la cual era un establecimiento importante y como el futuro revolucionario norteamericano era un bebedor de agua pudo tomar distancia de los hábitos alcohólicos de sus compañeros a los cuales llamaba “grandes y continuos bebedores de cerveza”, y dice en su Autobiography:
“...mis compañeros en la imprenta bebían todos los días
una pinta ( casi un litro ) antes del desayuno,
una pinta en el desayuno...una pinta entre el desayuno
y la comida principal, una pinta al atardecer
a eso de las 6 en punto...
y otra pinta cuando ellos terminaban su jornada de trabajo...
ellos suponían que debían beber tanta cerveza
para trabajar bien...”
Y, por los gastos que tal manera de beber les ocasionaba, agrega Franklin:
“...y así esos pobres diablos se mantenían a ellos mismos
sumergidos...”
Tanto Benjamín Franklin como Sir John Fielding fueron contemporaneous del mítico Capitán Cook – ya hemos hablado de él cuando hicimos la nota sobre el muy buen libro Captain Cook. Voyages of Discovery, comp. John Barrow, Academy Chicago Publishers, 1993, tanto en Radiogutenberg como en La Union – y sus fabulosos viajes alrededor del mundo.
De ese otro libro imperdible recordamos:
“Tres de los indios regresaron con el Capitán y sus amigos
al barco, a quienes ellos vistieron y entretuvieron.
Ellos rehusaron beber ron o brandy,
después de probarlos, señalando por signos
que ellos quemaban sus gargantas” (p. 16, Primer Viaje).
Como vemos, formaba parte del ceremonial de una nave de guerra en misión científica y de exploración agasajar con alcohol a las visitas.
Además, el mismísimo Capitán Cook dice:
“(Sobre la muerte de un ayudante del encargado de los materiales
de la nave) Su muerte fue ocasionada por su jefe, pero de manera
no querida: por que le dio parte de una botella de ron, la cual
se supone – bebió de golpe. Él fue hallado la noche pasada
embebido en alcohol, pero no mucho más de lo que es habitual
cuando cualquiera lo puede conseguir, y nada se supo de él
después de ponerlo en la cama, hasta que esta mañana, cerca de
las ocho en punto fue encontrado totalmente mudo y
sin forma de recuperación” (Captain Cook. Voyages of Discovery, p. 49).
Como podemos ver, la bandera de la Unión Jack bien podría llevar como logotipo una botella de alcohol, también.
Habría que hacer un profundo estudio sobre la relación del alcohol y el Imperio Británico.
Me parece, no lo recuerdo exactamente, pero en uno de los 23713 títulos citados en el excelente Bibliography of Imperial, Colonial, and Commowealth History Since 1600, editado por Andrew Porter (Oxford University Press, 2002) hubo alguien que se atrevió a hacerlo, aunque no fuera “académicamente correcto”.
Porque, como sabemos: “de esas cosas no se habla, nene, cuando tomamos el té...”
...con unas gotitas de...
http://www.essayempire.com/customessay/history/britishempire/
http://www.learningcurve.gov.uk/empire/g2/cs2/background.htm
Guillermo Compte Cathcart

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