Sunday, December 04, 2005

Boudicca: Un Nombre para mi nieta.

Faltan días para que nazca mi segunda nieta – la quinta de los hijos de mis hijos – y por primera vez me he atrevido a proponer uno de los nombres, en homenaje a una reina valiente que es una abuela ancestral de todos los que llevamos el apellido Cathcart y descendemos del John que nació en Ayrshire, Escocia, en el año 1450, es decir, varias décadas antes de que Colón pisara por primera vez el vasto continente de la Nueva Europa.
http://europa.eu.int/geninfo/whatsnew.htm
Desde muy chico mi padre me contaba que hacía mucho tiempo una de nuestras abuelas había matado a miles de romanos y había quemado Londres, pero como también me contaba sobre un Roberto (Guiscard) que era Duque de Apulia que había incendiado Roma, nunca le día mucha importancia a las anécdotas y las creía una buena historia para contar al borde de la cama, cuando el sueño no quiere llegar.
http://www.roman-britain.org/places/londinium.htm
http://en.wikipedia.org/wiki/Londinium
http://barryoneoff.co.uk/html/londinium.html
http://www.bbc.co.uk/history/historic_figures/boudicca.shtml
http://www.athenapub.com/boudicca.htm
http://usuarios.lycos.es/mardecristal/triskel/boudicca/
http://www.newadvent.org/cathen/07072b.htm
http://www.infoplease.com/ce6/people/A0842071.html
Cuando recibí el libro Kings and Queens of Early Britain, de Geofrey Ashe, publicado por Academy Chicago Publishers, 1990, ISBN 0-89733-469-8, quedé atrapado por uno de los más bellos relatos de la historia que jamás leí.
http://www.academychicago.com/
Porque hay maneras y maneras de relatar la historia, pero muy pocas veces, la historia es contada con tanta magia y calidad como en este caso lo hace Geoffrey Ashe.
http://www.britannia.com/history/h17.html
http://www.gothicimage.co.uk/tormaze.html

Gracias a relatos como este la Historia desarrolló pretensiones de ciencia y se convirtió en la disciplina académica que es hoy en este mundo global que no puede, no quiere y no podrá olvidar que todo comienza en una Aldea, ese punto impreciso en la cual gobernaban, es decir, ejercían algún tipo de soberanía, real o ficticia, estos reyes y reinas que atrapan desde la primera de las 264 páginas de este hermoso e imperdible volumen nuestra imaginación y nuestra voluntad, mordiendo con sus dientes nuestra alma, parasitando con sus cultemas nuestro cerebro, haciéndonos pensar que sin esos personajes de leyenda no hay posibilidades concretas de realizar un Proyecto Nacional.
http://www.pjbonaerense.org.ar/peronismo/biografiaperon.htm
La historia de Boudicca la encontramos en dos largos párrafos que cabalgan sobre las páginas 39 y 40 y como no tienen desperdicio los cito textualmente, haciendo, por supuesto, la traducción:
“Los esfuerzos romanos para recuperar el dinero que habían entregado por su lealtad a los britones pusieron nerviosos a los Iceni, en Norfolk. Su rey Prasutagus había honrado el tratado pero la política romana (como lo hacen todos los Imperios) no consideraba a ningún pacto como permanente. Tarde o temprano los sub-reinos en territorio ocupado estarían bajo el control de las legiones romanas, las fuerzas de ocupación. Prasutagus murió sin dejar hijos varones y los romanos confiscaron sus propiedades y encerraron a sus nobles. Pero a pesar de no haber dejado hijos el dejó una viuda, Boudicca (a la cual se la llama también Boadicea) y dos hijas, las que fueron tomadas como parte de las propiedades confiscadas. La reina fue azotada y las princesas violadas. Sin embargo, por un fatal error de cálculo ellas no fueron encarceladas... o no lo fueron de una manera segura. Boudicca en libertad arengó a los vasallos de su reino. La desesperación de los Iceni y los Trinovantes había encontrado un Líder para iniciar la rebelión (como siempre y como enseña Perón, sólo hay que hacer lo que el Pueblo quiere y defender un solo interés: el del Pueblo).”

“Suetonius Paullinus estaba todavía en Anglesey y los romanos fueron tomados por sorpresa. En Colchester los nativos fueron sacados de las guardias como pretexto de amistad y la horda de britones arrasó la colonia desde el norte. Ellos sorprendieron y masacraron a la fuerza romana, parte de la Novena Legión. Aparentemente, la ley que prohibía portar armas a los britones no había sido cumplida. Cuando Paullinus se enteró del desastre, se dirigió a Londres pero no pudo evitar que Boudicca capturara Londres y Verulamiun, que incendiara ambas ciudades y que matara a setenta mil romanos y colaboradores”.
¿Cómo terminó esta epopeya?
Bueno, para eso hay que leer el libro y ojalá cuando mi nueva princesa nazca, le pueda susurrar su segundo nombre invocando a aquella lejana y salvaje abuelita.
http://www.pbs.org/empires/romans/
Guillermo Compte Cathcart

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