Un Gobernante Multicultural
Un Gobernante Multicultural
Hubert Houben, profesor de historia medieval en la Università degli Studi di Leche, Italia, ha escrito un libro que deberían tener de cabecera todos los dirigentes occidentales del siglo XXI : Roger 11 of Sicily. A Ruler between East and West (Cambridge University Press, 2002).
En estos días el encuentro de las culturas es algo concreto que podemos experimentar en cualquier calle, en cualquier esquina, de todas las ciudades más o menos importantes en los cinco continentes. Y, lamentablemente, ese "cara a cara", de las culturas que "chocan" concretamente, es un problema para los gobiernos, un intríngulis para los gobernantes. Un desafío para todos: el "distinto" está al alcance de la mano, para la amistad y para el odio.
Roger II tuvo que lidiar con los mismos problemas hace cientos de años. Conocer el cómo los fue resolviendo es un excelente trabajo práctico, que la historia pone a nuestro alcance para ejemplificar la magnitud del desafío que la sociedad humana en su conjunto debe asumir para no seguir desangrándose en un enfrentamiento que dura siglos y que es una de las grandes amenazas que se cierne para la supervivencia del hombre sobre la tierra.
El Otro no deber ser visto como un peligro. Si los contenidos de los grandes canales de información que hoy atraviesan el planeta desde los cuatro rumbos tuvieran especial cuidado en remarcar las coincidencias en lugar de destacar las diferencias, mucho se haría al respecto. En vano las Naciones Unidas articulan programas tendientes a predicar el multiculturalismo cuando, al mismo tiempo, nos permitimos dirimir los problemas propios de la alteridad en el campo de batalla del prejuicio y el odio racial o religioso. Las bombas son ni más ni menos que la continuación de la sospecha xenófoba expresada por otros medios.
Este libro de 231 páginas, perteneciente a la serie Cambridge Medieval Textbooks, colección que combina enfoques cronológicos y temáticos sobre tópicos tanto británicos como europeos y está destinado tanto a alumnos como a profesores, ha sido traducido del alemán por Graham Loud y Diane Milburn, dado que fue originalmente publicado por Wissenschafliche Buchgesellschaft de Darmstadt en 1997.
Como vemos, un profesor que enseña en Italia publicó un trabajo sobre un vikingo que fue rey en el corazón del Mediterráneo hace nueve siglos, primero publicado en alemán, luego traducido al inglés y ahora, sólo en parte, por mí, al argentino. Es ésta la mejor demostración de la desventaja en la cual estamos las colonias latinoamericanas respecto al Gran Imperio, el único y el mismo, que evolucionó desde la Pax Romana, a la Pax Británnica y ahora es la Pax Americana. La producción de material histórico está estrechamente ligada a la identidad cultural de la sociedad, sin identidad no hay futuro porque el presente se diluye en el choque con las otras culturas, en esa interacción constante que solemos llamar "globalización". Es decir, sin una historiografía propia no hay una identidad "propia" sino la que otros, con su historia, nos "conceden", nos "permiten", nos "inculcan". De ahí emerge la clara condenación: "tu futuro me pertenece". Especialmente padecemos esta maldición académica quienes somos justicialistas, por eso, es tan necesario, imprescindible, crear y desarrollar una historiografía peronista. Pretendo, en cada artículo que dedico a analizar los libros producidos en el Gran Imperio, hacer un pequeño aporte a esa creación que, por supuesto, excede los esfuerzos de una sola persona.
Hubert Houben, en las páginas xi a xiv, nos ofrece dos prefacios, uno para la edición germana y otro para la inglesa. Si analizamos sus contenidos veremos cómo se contemplan desde la narración histórica los reconocimientos a dos ámbitos académicos bien diferentes, a pesar de pertenecer ambos al Gran Imperio.
El prefacio a la edición alemana fue escrito en 1997 y el de la inglesa en el 2000. En esos tres años, al ritmo de la producción historiográfica que acuna la Unión Europea mucha agua corrió bajo el puente de esta historia tan particular de los vikingos en el Mediterráneo y que tanta importancia tuvo en la génesis de las cruzadas y en el "encuentro" del occidente con el mundo islámico y en lo que yo caracterizo como "la evolución del Imperio Romano".
Capítulo principal de la Guerra de los Cultemas.Baste como ejemplo la transmisión/evolución del cultema Santa Claus desde el original San Nicolás de Myra, que estoy desarrollando en otro lugar y que muestra claramente como la Santa Iglesia Católica le debe eterna gratitud a Robert Guiscard y a sus hijos por la hegemonía que logró obtener gracias al dominio absoluto del sur de Italia y a partir de allí del Adriático, al que muy bien podemos denominar "el Mar de los Extraños", o "el Mar del Primer Encuentro".
Imperdible es el comienzo del capítulo 4 , "Between East and West" que transcribe una vívida presentación de Sicilia como un centro de filosofía y ciencia natural escrita por Henry Aristippus en 1160, lamentando la partida de un amigo inglés. Los nombres de Theodore of Brindisi, Hero of Alexandria, Aristotle, Anaxagoras, Themistios, suenan como trompetazos en los oídos del lector.
Es irónico pensar el aporte de los normandos - mercenarios violentos y sanguinarios - en la recuperación europea del legado griego a través de los "transportadores" bizantinos y arábigos. Un asesino en serie convertido en monarca y administrador de una justicia para todos, sin distinción, destacando y "respetando" las diferencias.
No, si no todo está escrito en los reinos del Señor: cualquiera es un monarca , cualquiera es un ladrón.Es recomendable leer y explorar la bibliografía secundaria recomendada en este espectacular libro de Houben: Más de 400 títulos nos introducen en una biblioteca laberinto, propias de Lovecraft, Borges y Eco.
Entre todos ellos me parece digno de resaltar el de una monografía no publicada (todavía) y que señala como ninguno el tema del libro, la escrita por Jeremy Johns en 1983 como tesis en la Universidad de Oxford: "The Muslims of Norman Sicily c. 1060-c.1194".
Ojalá una copia de la misma circulara en los distintos idiomas del orbe, por todas las salas de prensa, para que cuando se difundan imágenes y comentarios sobre la guerra entre el mundo musulmán y el judeo-cristiano, los periodistas sean capaces de recomponer los puentes que el fanatismo ha dinamitado.
Guillermo Compte Cathcart
Hubert Houben, profesor de historia medieval en la Università degli Studi di Leche, Italia, ha escrito un libro que deberían tener de cabecera todos los dirigentes occidentales del siglo XXI : Roger 11 of Sicily. A Ruler between East and West (Cambridge University Press, 2002).
En estos días el encuentro de las culturas es algo concreto que podemos experimentar en cualquier calle, en cualquier esquina, de todas las ciudades más o menos importantes en los cinco continentes. Y, lamentablemente, ese "cara a cara", de las culturas que "chocan" concretamente, es un problema para los gobiernos, un intríngulis para los gobernantes. Un desafío para todos: el "distinto" está al alcance de la mano, para la amistad y para el odio.
Roger II tuvo que lidiar con los mismos problemas hace cientos de años. Conocer el cómo los fue resolviendo es un excelente trabajo práctico, que la historia pone a nuestro alcance para ejemplificar la magnitud del desafío que la sociedad humana en su conjunto debe asumir para no seguir desangrándose en un enfrentamiento que dura siglos y que es una de las grandes amenazas que se cierne para la supervivencia del hombre sobre la tierra.
El Otro no deber ser visto como un peligro. Si los contenidos de los grandes canales de información que hoy atraviesan el planeta desde los cuatro rumbos tuvieran especial cuidado en remarcar las coincidencias en lugar de destacar las diferencias, mucho se haría al respecto. En vano las Naciones Unidas articulan programas tendientes a predicar el multiculturalismo cuando, al mismo tiempo, nos permitimos dirimir los problemas propios de la alteridad en el campo de batalla del prejuicio y el odio racial o religioso. Las bombas son ni más ni menos que la continuación de la sospecha xenófoba expresada por otros medios.
Este libro de 231 páginas, perteneciente a la serie Cambridge Medieval Textbooks, colección que combina enfoques cronológicos y temáticos sobre tópicos tanto británicos como europeos y está destinado tanto a alumnos como a profesores, ha sido traducido del alemán por Graham Loud y Diane Milburn, dado que fue originalmente publicado por Wissenschafliche Buchgesellschaft de Darmstadt en 1997.
Como vemos, un profesor que enseña en Italia publicó un trabajo sobre un vikingo que fue rey en el corazón del Mediterráneo hace nueve siglos, primero publicado en alemán, luego traducido al inglés y ahora, sólo en parte, por mí, al argentino. Es ésta la mejor demostración de la desventaja en la cual estamos las colonias latinoamericanas respecto al Gran Imperio, el único y el mismo, que evolucionó desde la Pax Romana, a la Pax Británnica y ahora es la Pax Americana. La producción de material histórico está estrechamente ligada a la identidad cultural de la sociedad, sin identidad no hay futuro porque el presente se diluye en el choque con las otras culturas, en esa interacción constante que solemos llamar "globalización". Es decir, sin una historiografía propia no hay una identidad "propia" sino la que otros, con su historia, nos "conceden", nos "permiten", nos "inculcan". De ahí emerge la clara condenación: "tu futuro me pertenece". Especialmente padecemos esta maldición académica quienes somos justicialistas, por eso, es tan necesario, imprescindible, crear y desarrollar una historiografía peronista. Pretendo, en cada artículo que dedico a analizar los libros producidos en el Gran Imperio, hacer un pequeño aporte a esa creación que, por supuesto, excede los esfuerzos de una sola persona.
Hubert Houben, en las páginas xi a xiv, nos ofrece dos prefacios, uno para la edición germana y otro para la inglesa. Si analizamos sus contenidos veremos cómo se contemplan desde la narración histórica los reconocimientos a dos ámbitos académicos bien diferentes, a pesar de pertenecer ambos al Gran Imperio.
El prefacio a la edición alemana fue escrito en 1997 y el de la inglesa en el 2000. En esos tres años, al ritmo de la producción historiográfica que acuna la Unión Europea mucha agua corrió bajo el puente de esta historia tan particular de los vikingos en el Mediterráneo y que tanta importancia tuvo en la génesis de las cruzadas y en el "encuentro" del occidente con el mundo islámico y en lo que yo caracterizo como "la evolución del Imperio Romano".
Capítulo principal de la Guerra de los Cultemas.Baste como ejemplo la transmisión/evolución del cultema Santa Claus desde el original San Nicolás de Myra, que estoy desarrollando en otro lugar y que muestra claramente como la Santa Iglesia Católica le debe eterna gratitud a Robert Guiscard y a sus hijos por la hegemonía que logró obtener gracias al dominio absoluto del sur de Italia y a partir de allí del Adriático, al que muy bien podemos denominar "el Mar de los Extraños", o "el Mar del Primer Encuentro".
Imperdible es el comienzo del capítulo 4 , "Between East and West" que transcribe una vívida presentación de Sicilia como un centro de filosofía y ciencia natural escrita por Henry Aristippus en 1160, lamentando la partida de un amigo inglés. Los nombres de Theodore of Brindisi, Hero of Alexandria, Aristotle, Anaxagoras, Themistios, suenan como trompetazos en los oídos del lector.
Es irónico pensar el aporte de los normandos - mercenarios violentos y sanguinarios - en la recuperación europea del legado griego a través de los "transportadores" bizantinos y arábigos. Un asesino en serie convertido en monarca y administrador de una justicia para todos, sin distinción, destacando y "respetando" las diferencias.
No, si no todo está escrito en los reinos del Señor: cualquiera es un monarca , cualquiera es un ladrón.Es recomendable leer y explorar la bibliografía secundaria recomendada en este espectacular libro de Houben: Más de 400 títulos nos introducen en una biblioteca laberinto, propias de Lovecraft, Borges y Eco.
Entre todos ellos me parece digno de resaltar el de una monografía no publicada (todavía) y que señala como ninguno el tema del libro, la escrita por Jeremy Johns en 1983 como tesis en la Universidad de Oxford: "The Muslims of Norman Sicily c. 1060-c.1194".
Ojalá una copia de la misma circulara en los distintos idiomas del orbe, por todas las salas de prensa, para que cuando se difundan imágenes y comentarios sobre la guerra entre el mundo musulmán y el judeo-cristiano, los periodistas sean capaces de recomponer los puentes que el fanatismo ha dinamitado.
Guillermo Compte Cathcart
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